Al Consell Valencià de Cultura (CVC) le preocupa el avance del hormigón en los acantilados de la Marina. Este organismo ha elaborado un informe en el que reclama la protección como Bien de Interés Cultural (BIC) de les pesqueres de cingle y de los molinos de viento. El alcalde de Xàbia, José Chulvi, del PSPV, fue quien, en el pleno extraordinario que el CVC celebró el pasado 29 de marzo en este municipio, pidió que se preservaran los vestigios de la pesca en los acantilados de la Marina Alta (eso son les pesqueres) y los molinos. Xàbia, de hecho, cuenta en la Plana del Montgó con el conjunto más importante de molinería de viento de la Comunitat. Hay once molinos y uno de ellos, datado en 1397, es el más antiguo del territorio valenciano.

El CVC emplaza a salvar les pesqueres y no sólo por su valor etnológico. Subraya que preservar las sendas e instalaciones de cuerdas y escaleras que los agricultores de la Marina Alta, sobre todo los de Xàbia y el Poble Nou de Benitatxel, crearon en los acantilados, permitirá frenar en este escarpado litoral la «especulación urbanística». De hecho, ahora se ha reactivado la construcción en los acantilados. Las promotoras buscan las pocas parcelas que quedan libres en la abrupta costa de Ambolo, la Granadella o el Moraig para levantar chalés de lujo.

El Consell de Cultura incide en su informe en que les pesqueres son un patrimonio «a proteger, poner en valor y a proyectar por su importancia». Subraya que las instalaciones de cuerdas, escaleras de vértigo y cañizos (se llevaban del riurau al acantilado para crear una plataforma desde la que pescar) pueden acrecentar su «atractivo turístico» si se crea un museo etnológico o una colección museística. También sugiere que se programen rutas, se publiquen catálogos específicos y se organicen exposiciones.

La reivindicación de este patrimonio toma ahora fuerza. La exposición fotográfica de Jake Abbott y Felipe Escolano sobre les pesqueres, que recaló en primer lugar en el Museu Marítim de Barcelona, ha contribuido a difundir una modalidad de pesca única de la Marina Alta. El Poble Nou de Benitatxell está decidido a recuperar este patrimonio que también se está dando a conocer con el cuento del Gegant Mitjafava, de la escritora y periodista Empar Ferrer.

Mientras, el Institut de Recerca Oceanogràfica de Xàbia (IROX) ha recuperado catorce sendas de antiguas pesqueres. Esos caminos imposibles los abrieron agricultores que se descolgaban por el abismo para pescar de noche y ganar algo de dinero.