Un agricultor de 64 años vecino de Llíber falleció en la tarde de ayer tras precipitarse a un pozo de 6 metros de hondo en Benissa. El hombre había acudido a media tarde a regar un huerto que tenía en la benissenca partida rural de Berdica. Junto a su terreno hay un pozo que no tiene brocal y cuya boca está cubierta de maleza. Ayer no trascendió si el labrador sabía de la existencia del agujero o si estaba asomándose y perdió el equilibrio y cayó dentro.

Fue ya avanzada la tarde cuando el agricultor se tomó un descanso y se acercó al pozo. Se precipitó dentro y empezó a gritar pidiendo socorro. Otro labrador que tiene un terreno que linda con el del ahora fallecido lo escuchó y corrió al lugar. El accidentado había sobrevivido a la caída. Afirmaba que estaba bien y le pidió al otro hombre que le tirase una cuerda y le ayudara a salir. El otro labrador así hizo. Fue a su furgoneta y cogió una cuerda. La tiró pozo abajo. El vecino de Llíber se la amarró a la cintura y, trepando y con la ayuda del otro agricultor, intentó salir del pozo. Pero, por los nervios y el gran esfuerzo, sufrió un infarto y falleció.

Descolgaron al médico

Al poco, acudieron la Guardia Civil, los bomberos del parque de Dénia y un equipo médico del SAMU. También aterrizó en estos bancales el helicóptero del consorcio provincial de bomberos por si había que evacuar a toda prisa a un hospital al agricultor atrapado dentro del pozo. Los bomberos ayudaron al médico a descolgarse un poco por el agujero hasta que llegó a donde se había quedado, inerte, el agricultor. El facultativo comprobó que no tenía pulso ni respiraba. Había fallecido, según todos los indicios, de un paro cardiaco.

Los bomberos rescataron el cadáver. Luego, los agentes de la Guardia Civil colocaron un precinto alrededor del pozo para que se viera claramente y nadie más corriera el peligro de caer dentro.