Tener la casa cerca de una playa no siempre es una bendición. Vecinos de la Caleta (o Cala Blanca) de Xàbia están de coches hasta el gorro. Los bañistas que acuden a esta playa llenan con sus vehículos la glorieta Guillermo Pons. Los residentes afirman que, dado que no hay pintura vial ni señales de prohibido estacionar, cuando han llamado a la policía local, los agentes no han podido multar ni a un turismo. Y eso que están aparcados en cualquier hueco y un poco al tuntún. Los vecinos aseguran que con tanto coche se ha dado el caso de que no podían entrar en sus casas. Se los encuentran estacionados delante de sus puertas o bloqueando una calle tan estrecha como la Atenas, que da a la glorieta tomada también por los coches.

Los residentes exigen que se señalicen las plazas de aparcamiento para poner así coto al actual caos. «Ahora mismo, en los momentos de tanto colapso de coches, que suelen ser los fines de semana, un camión de bomberos o una ambulancia no podrían entrar», afirmó uno de los afectados.

La Caleta o Cala Blanca es, por su fácil acceso y su belleza, una de las playas de más tirón en Xàbia. Pero no es la única invadida por los coches. La cala del Portitxol, la de Ambolo y la de la Granadella también están sufriendo atascos y problemas generados por coches mal estacionados. Incluso en la carretera del Cap de la Nau, en la zona de la Creu del Portitxol, que es donde comienza la senda que lleva al Cap Prim y a la cala de la Sardinera, aparcan muchísimos coches.

Mientras, Dénia ha ordenado y limitado el aparcamiento en el final de les Roques y los hosteleros han estallado contra el ayuntamiento.