El director del Centro de Desarrollo Turístico (CDT) de Dénia, Josep Vidal, tiene mano para la arqueología. Aficionado al buceo, ha encontrado en Dénia su arcadia. Al acabar cada verano, entrega al museo sus hallazgos de trozos de cerámica y ánforas. Pero este agosto ha encontrado, durante una de sus tantas inmersiones en la playa de la Marineta Cassiana, una pieza de terracota única, «excepcional». Así la calificaron ayer la conservadora del Museu d´Arqueologia de Catalunya, Àngels Casanovas, y el director del Museu de Dénia, Josep A. Gisbert. Pero es en lo único que coinciden ambos expertos, porque cada uno imagina un objeto diferente. La interpretación de Gisbert es más exótica. Apuntó ayer que la terracota podría ser una pipa de fumar hachís del periodo andalusí o de la baja edad media. Recordó que la Marineta es un fondeadero de embarcaciones desde la antigüedad. Los marinos arrojaban por la borda sus pipas y de ahí que se hayan hallado aquí, sumergidos, muchos de estos chirimbolos para fumar. La terracota, apuntó Gisbert, estaba vidriada de verde.

Su colega Àngels Casanova considera que la pieza es una lámpara tipo palmatoria de época romana. Esos candiles se utilizaron entre el siglo I antes de Cristo y el siglo I de nuestra era.

La terracota, aunque de pequeño tamaño, está primorosamente trabajada. Representa un navío romano de poderosa popa y con un cuerpo central que sobresale. Gisbert avanzó que sería el logotipo ideal de un futuro museo del mar de Dénia. Pipa o lámpara es una pieza extraordinaria.