El pueblo del litoral de la Marina Alta con más músculo hídrico (tiene una desalinizadora que produce 27.100 m3 de agua al día) es también el que, en esta segunda quincena de agosto, está más apurado. Zonas altas, como las urbanizaciones del Tosalet, el Montgó, Costa Nova o el Cap Prim, han sufrido desde el viernes cortes provocados por averías. La red está tiesa. La escasez de agua (el consumo está en 32.000 m3 y la aportación que recibe Xàbia de los regantes de Pedreguer se ha reducido mucho) provoca que, tras una fuga, los depósitos de cabecera tarden más en llenarse. De ahí que algunas zonas se hayan quedado hasta ocho horas sin suministro.

La empresa municipal de agua, Amjasa, ha aclarado que agua hay (la desalinizadora está funcionado a toda máquina), pero advierte de que la situación es crítica dado que en este final de agosto el consumo sigue por las nubes. Eso sí, Benitatxell, Teulada y Gata ya no están comprando caudales a Xàbia.

Amjasa trata de reducir el elevadísimo consumo, concentrado en urbanizaciones (el Tosalet es el paradigma) de chalés con piscinas y jardines de césped. Ha pedido a los dueños de esos chalés que se abstengan hasta final de agosto de llenar piscinas y regar sus jardines.

Pese a que la tarifa se dispara para los grandes consumos, Xàbia derrocha agua a mares. De media, cada casa sale a 1.100 litros al día. Una barbaridad. La media por habitante es de 275 litros/día, el doble que en España, donde cada persona gasta al día 140 litros. Y no es que los xabiencs se duchen cinco veces al día. El modelo de chalés explica que se tire tanto de grifo.