Los vecinos de Xàbia se despiertan cada mañana con un aroma a quemado que entra por las ventanas de sus viviendas. Es el olor que llega desde el vertedero de Ramblars, en el que se declaró un fuego el pasado 6 de septiembre. Han pasado más de 15 días y la zona sigue ardiendo y humeando.

La zona de transferencias de residuos verdes de Ramblars se encuentra junto al cauce del río Gorgos. De hecho, para acceder a ella hay que cruzar el lecho de un río completamente seco. Seca, así estaba la montaña de residuos de jardinería que desde principio de mes arde sin control aparente. Ayer aún quedaban montones de verde en combustión, en un proceso que parece que no tiene fin. Algunos ya conocen a Ramblars como el Seseña de Xàbia. Eso sí, aquí el humo es mucho menos tóxico. Junto al antiguo vertedero, hay algunas viviendas, sus propietarios no pueden abrir las ventanas desde que empezó. El olor se mete por cualquier rendija que encuentra y es muy molesto.

La combustión interna va para largo y el ayuntamiento tras las numerosas quejas recibidas por parte de la ciudadana, emitió un comunicado en el que aseguraba que «la propia naturaleza del fuego hace sea inextinguible hasta que se consuma todo el combustible acumulado».

El fuego en Ramblars «arde sin oxígeno en el interior de los montones de materia orgánica» y asegura que por ello «es ineficaz apagarlo con agua». Según apunta, si se intentara usar agua «solo se conseguiría crear una corteza en el exterior de la montaña mientras en el interior todo seguiría ardiendo igual que ahora». Pero van más allá, y remarcaban que tampoco es «eficaz remover los montones con maquinaria pesada, ya que la situación no cambiaría».

Desde el ayuntamiento insistieron en que «dejar arder Ramblars no es una decisión arbitraria sino que está avalada por los expertos en incendios» y remarcan que «el fuego está perfectamente controlado» y, pese a que ayer cuando esta redacción fue a hacer la fotografía que acompaña esta imagen no había nadie, «está vigilado para que permanezca estabilizado hasta su total extinción».

Parcela provisional

Mientras el vertedero sigue en combustión, el consistorio ha abierto una parcela provisional para que los jardineros y empresas de servicios así como el propio personal municipal puedan depositar los residuos verdes y éstos sean triturados para su venta.