Los acantilados de Xàbia ejercen para el urbanismo una suerte de efecto llamada. A finales de 2013, comenzó la tendencia de levantar modernos chalés de lujo en parcelas que, por lo abrupto del terreno, requerían de soluciones arquitectónicas muy especiales. Pero las promotoras, escamadas por la crisis, no se lanzaron como locas. El cortado del Portitxol que está sobre la cala de la Sardinera protagonizó ese despegue del urbanismo de lujo. La Casa de la Sardinera, diseñada por el arquitecto valenciano Ramón Esteve, fue la primera que empezó a construirse. Luego se levantarían en ese mismo acantilado otros tres chalés con los mismos códigos: líneas rectas y radicalmente modernas, grandes ventanales y habitaciones que funcionan casi como miradores. Las viviendas de lujo se asoman a paisajes de gran belleza.

La tendencia continuó luego en el cortado de la Granadella que está pegado al mirador situado al inicio de la carretera que baja a la cala. Allí es la promotora Miralbó Urbana la que ha levantado espectaculares viviendas. Las empresas dedicadas al urbanismo de chalés de lujo buscan parcelas colgadas del acantilado. Cada vez hay menos. También les vale comprar chalés que ya tienen sus años para demolerlos y construir nuevos.

Ahora esas promotoras han encontrado en la costa de la Torre de Ambolo un nuevo pedestal. Y, como ocurrió en la Sardinera o en el citado cortado de la Granadella, de repente, han empezado a construirse varios chalés en el mismo tramo costero. Es el efecto llamada del nuevo urbanismo. Una mercantil descubre un paraje especial y otras le van a la zaga.

Nuam Levante, una empresa radicada en Moraira, inició hace meses la construcción de su Villa de Ambolo. Los protagonistas de este furor urbanístico en los acantilados se repiten. Este proyecto también lleva la autoría de Ramón Esteve. El chalé está a la venta por 5,6 millones de euros. La peculiaridad de este emplazamiento es que ofrece vistas a izquierda y derecha. A un lado (orientación nordeste), se divisa el litoral de Ambolo y de l'Illa del Descobridor y del Cap de la Nau. Y al otro (orientación sudoeste), queda la escarpada costa de la Granadella. Es imposible decidir qué vista es más deslumbrante. El chalé de Ramón Esteve aprovecha las dos al convertir la vivienda en un gran mirador. Junto a este chalé, Construcciones Francés está construyendo otro. La estructura está muy avanzada. Se levanta en una parcela en la que hace años se hizo un desmonte y ya no se pasó de ahí. Además, ahora se ha realizado un desmonte en otra parcela que está junto a la de la obra de Nuam. Se ha tirado un viejo chalé. Todavía queda algún tramo de la antigua baranda. Las tres obras están una junto a la otra. Es la fuerza de atracción de los chalés de lujo.