María tiene 13 años y estudia en casa. Sus padres decidieron a principio de curso no matricularla en el instituto Historiador Chabàs de Dénia, que es donde tiene el expediente académico. No han escolarizado a su hija porque se niegan a que repita 1º de ESO.

La familia, de origen ruso, regresó el pasado mes de abril a Dénia tras cinco años en Alemania. El padre, Vasily Baltrushevich, explicó a este diario, que sus dos hijos, María, de 13 años, y Michail, de 11, que entre 2008 y 2010 estudiaron en el colegio público dianense de les Vessanes, perdieron en Alemania bastante nivel de castellano y valenciano. Matricularon a Michail en el colegio Carmelitas, donde «recibió mucho apoyo», y sí pasó al siguiente curso, 6 de Primaria. Mientras, Maria siguió sus estudios en el IES Chabàs, y, al final de curso, no promocionó de 1º a 2º de ESO.

La familia cree que su hija tenía nivel para pasar de curso. El padre recalca que en Alemania «María accedió al nivel escolar más alto, el Gymnasium, y tenía unas notas suficientes en todas las asignaturas. El currículo escolar en Sajonia, donde iba al colegio, es igual o más alto que el de 1º de ESO».

Además, apela a la normativa europea. Sostiene que la directiva 77/486/CEE, que regula la situación escolar de los hijos de los trabajadores migrantes, obliga a que la escolarización en cualquier país de la Unión Europea sea «en igualdad de condiciones que los ciudadanos de otro país». El progenitor subraya que su hija y todos los alumnos que llegan de otros países «tienen derecho a integrarse en un aula de su grupo de edad y de un nivel educativo equivalente al que cursaban en su país de origen, sea cual sea su grado de conocimiento del idioma».

Vasily Baltrushevich también invoca la normativa europea al exigir «clases de apoyo gratuitas en el idioma del nuevo país de residencia». Indica que, pese a no estar escolarizada, María no ha descuidado sus estudios. «En verano y ahora, recibe clases particulares especialmente en castellano y valenciano», afirma el padre, que recalca que en casa está siguiendo el currículo de 2º de ESO.

«Ya han pasado casi tres meses sin que María vaya a clase. No me podía imaginar que recibiría la educación en casa hasta final de curso por la negativa de la conselleria de Educación y el Ayuntamiento de Dénia a que promocione a 2º de ESO», sostiene el padre. «No creo que un alumno español alcanzara en el mismo tiempo que mi hija un nivel de alemán equivalente al que ella tiene de castellano y valenciano», concluye.

Escolarización obligatoria

El progenitor ha facilitado a este diario la respuesta de la inspectora de Educación, quien, en primer lugar, recuerda que la niña debe estar escolarizada. Precisa que, al final del pasado curso, en los exámenes ordinarios, aprobó siete asignaturas y suspendió cuatro (geografía e historia, matemáticas, educación física y tecnología). Y luego no se presentó a ningún examen de la convocatoria extraordinaria, «por lo que el equipo de evaluación determinó que no promocionara».

La conselleria ha denegado a la familia realizarle a la niña una prueba para definir su nivel académico y también ha rechazado que continúe sus estudios en casa.