El único ritual que conoce Manel Mir, de 81 años, es el de luchar día sí y día también por sus derechos. En 2007, se apostó con una pancarta ante la inmobiliaria que le vendió el piso y que luego no se lo quería entregar. En 2009, el juez le autorizó a tomar posesión de la vivienda. Ha batallado para tener luz y agua. Pero vive en una finca fantasma de Xàbia de la que es el único vecino. Ahora ha logrado que la comunidad de propietarios instale una antena en el edificio, dé luz a la escalera, repare el cuarto de contadores y ponga en marcha el ascensor.

«Sí, es verdad, esta nochevieja podré ver por primera vez en siete años las campanadas por televisión», indicó ayer este anciano cuando este diario le preguntó por el ritual del fin de año que se ha perdido desde que habita en el piso en el que invirtió los ahorros de toda una vida y por el que ha luchado a brazo partido.

Pero para Manel Mir no hay tregua. El ayuntamiento tiene embargado el solar donde se construyó la finca, dado que la promotora, disuelta desde hace años, le debe la tira de IBI. «A mí me tienen que escriturar mi vivienda libre de cargas. Esos 30.000 euros el consistorio se los debe reclamar a la Sareb, que es la propietaria de los otros pisos del edificio», afirma Manel.

Aunque tiene desde 2010 agua, el contador sigue siendo de obra. «Quiero que la empresa municipal Amjasa me ponga ya mi contador», reclama el anciano.

El único ritual que conoce Manel Mir, de 81 años, es el de luchar día sí y día también por sus derechos. En 2007, se apostó con una pancarta ante la inmobiliaria que le vendió el piso y que luego no se lo quería entregar. En 2009, el juez le autorizó a tomar posesión de la vivienda. Ha batallado para tener luz y agua. Pero vive en una finca fantasma de Xàbia de la que es el único vecino. Ahora ha logrado que la comunidad de propietarios instale una antena en el edificio, dé luz a la escalera, repare el cuarto de contadores y ponga en marcha el ascensor.

«Sí, es verdad, esta nochevieja podré ver por primera vez en siete años las campanadas por televisión», indicó ayer este anciano cuando este diario le preguntó por el ritual del fin de año que se ha perdido desde que habita en el piso en el que invirtió los ahorros de toda una vida y por el que ha luchado a brazo partido.

Pero para Manel Mir no hay tregua. El ayuntamiento tiene embargado el solar donde se construyó la finca, dado que la promotora, disuelta desde hace años, le debe la tira de IBI. «A mí me tienen que escriturar mi vivienda libre de cargas. Esos 30.000 euros el consistorio se los debe reclamar a la Sareb, que es la propietaria de los otros pisos del edificio», afirma Manel.

Aunque tiene desde 2010 agua, el contador sigue siendo de obra. «Quiero que la empresa municipal Amjasa me ponga ya mi contador», reclama el anciano.