Benissa está de mudanza. El PP ha recogido los bártulos tras 18 años de alcaldía de Juan Bautista Roselló, quien dimitió el pasado 19 de diciembre y nombró sucesor a Arturo Poquet. Pero Roselló dejó a Poquet y a su grupo en fuera de juego. Les dio a Reiniciem Benissa, PSPV y Compromís una segunda oportunidad de entenderse tras tirarse de los pelos a principio de mandato. Además, el único concejal de Ciudadanos, el exalcalde Isidor Mollà, también estaba por el cambio. Y ayer, en el pleno de investidura del nuevo alcalde, Poquet se quedó con ocho votos, los de su grupo, y Abel Cardona, de Reiniciem, sumó nueve, los del nuevo tripartito y el del portavoz de Ciudadanos.

Cardona, ya investido nuevo alcalde, se confesó apasionado del baloncesto (es entrenador del club local). Sabe que un punto, en este caso un voto, son suficientes para ganar un partido y cambiar la historia. Y el nuevo munícipe y el tripartito de Reiniciem, PSPV y Compromís han llegado al gobierno para reivindicar una Benissa «radicalmente» distinta a la que deja el PP.

El nuevo alcalde se mostró en su primer discurso conciliador con los populares. Reconoció que «han hecho una labor importante en unos años muy complicados». Pero insistió en que urge cambiar las cosas. «No se puede decidir a puerta cerrada», sentenció.

Cardona abogó por un ayuntamiento participativo. E interpretó que el pleno de ayer, en el que el habitualmente desangelado salón de plenos se llenó a rebosar (mucha gente se quedó en la escalera), fue un buen comienzo. Anunció que el tripartito abrirá «puertas, ventanas y cajones».

«Benissa es un pueblo bisexual, homosexual y transexual», expuso Cardona, que avanzó que el ayuntamiento promoverá políticas por la diversidad y la integración. Recordó que el municipio es multicultural. También defendió que «Benissa es valencianista».

El nuevo alcalde avanzó que el nuevo gobierno no tendrá concejalía de igualdad. «Porque apostamos por un ayuntamiento femenino y feminista», sostuvo, y dijo que le gustaría que una mujer le sucediera en la alcaldía. Curiosamente, antes de Cardona y de forma interina, Benissa ha tenido desde que dimitió Roselló el 19 de diciembre a su primera alcaldesa, Gloria Ivars, del PP. Breve, pero alcaldesa.

Arturo Poquet, que también es deportista (lo suyo es el fútbol), encajó mal el cambio. Dijo que el nuevo gobierno tripartito es «antinatural» y «un pacto de perdedores».

Isidor Mollà fue el último en llegar al pleno. Se abrió paso entre la multitud. El veterano político (fue alcalde del CDS y luego independiente entre 1987 y 1999) denunció que había recibido «presiones indignas». Dos cargos de Ciudadanos, Jesús Gimeno y César Martínez, estuvieron en el pleno y anunciaron que el partido ha expedientado a Mollà. Lo expulsarán.

En el pleno también estuvo el exalcalde Roselló, que asistió, atónito, al inesperado efecto que ha tenido su renuncia. El tripartito se ha topado con «una oportunidad histórica». Esta vez, la ha aprovechado.