El nuevo gobierno de Benissa, de Reiniciem, PSPV y Compromís, ha hecho público su acuerdo de gobierno y el código ético al que deben atenerse sus ocho concejales. Ese código incluye una batería de medidas contra la corrupción entre las que se incluye un techo de sueldo. El pacto establece que ningún concejal podrá cobrar más de 2.122 euros brutos mensuales (25.473 al año), cantidad que equivale a tres veces el salario mínimo interprofesional. Ese será el máximo, pero el sueldo se ajustará «a la dedicación y responsabilidad» de cada concejal.

El código ético subraya que los cargos electos deben cobrar lo justo y necesario y apartarse del lucro. Otra norma es la de no aceptar ningún regalo.

Los ediles también se comprometen a dimitir si se les imputa por delitos relacionados con la corrupción, como la prevaricación, tráfico de influencias, soborno o malversación, o si la imputación es por delitos de racismo, xenofobia, violencia de género, homofobia, impago de la pensión de alimentos o vulneración del derecho de los trabajadores.

El pacto de progreso de Benissa adopta la misma postura que otros de la Marina Alta, como los de Dénia y Ondara, en lo que respecta a la asistencia a las procesiones y actos festivos y culturales. El alcalde y los ediles no los presidirán, sino que participarán como un ciudadano más. Tampoco colocarán primeras piedras ni inaugurarán obras.