Las ayudas a dedo incluidas en el presupuesto de la Diputación para el año 2017 „que representan un 17% del total de subvenciones para los municipios„ han sufrido un bocado de 50.000 euros en la partida destinada a la restauración ambiental y paisajística de la Granadella de Xàbia, uno de los parajes costeros más emblemáticos de la Comunitat y que quedó devastado por el incendio que a principio de septiembre arrasó 812 hectáreas y obligó a desalojar a 1.400 vecinos.

La subvención directa para recuperar la Granadella, que contaba con 300.000 euros, se redujo en 50.000 euros a última hora. La oposición, con el portavoz del PSPV, José Chulvi, que es el alcalde de Xàbia, conoció al llegar al pleno del presupuesto de la Diputación que el diputado tránsfuga de Ciudadanos, Fernando Sepulcre, había presentado una enmienda para dejar la ayuda en 250.000 euros.

La enmienda contó con el respaldo del PP, algo esperable ya que fueron los populares los que llevaron a cabo el «reajuste» de los presupuestos para poder atender las peticiones que solicitaba Sepulcre, tal y como confirmaron distintas fuentes del Palacio Provincial a este diario. El tránsfuga apostaba por meter la tijera en la Granadella y en el parque tecnologógico de Alcoi, otro municipio con alcalde y diputado socialista. La subvención para la montaña pública de Xàbia es de las más altas de cuantas se contemplan en las ayudas nominativas para este año, incluso después del recorte.

El hachazo a la ayuda para regenerar el paraje arrasado por el fuego no encaja del todo bien con la vena ecologista de la que presume el presidente de la Diputación y alcalde de Calp, César Sánchez (todo queda en la Marina Alta), que ha llevado a cabo destacadas medidas para la reforestación de la provincia y que lideró personalmente un plan para plantar un millón de árboles en los municipios de Alicante. Otra cosa fue el fracaso del plan, al que solo se acogieron unas pocas localidades.

La enmienda de Sepulcre pasó prácticamente desapercibida al no haber debate sobre ella. Ni siquiera Chulvi ahondó en este punto, salvo el comentario que realizó para dejar caer que el texto que firmaba el tránsfuga tenía la misma estructura y tipografía que otro que presentó el PP. Preguntado ayer sobre por qué el PSPV no entró al debate, el munícipe de Xàbia explicó que la enmienda les pilló por sorpresa y añadió que prefirió no monopolizar «un tema que me afecta como alcalde más que como portavoz socialista en la Diputación».

Negociación fallida

El tijeretazo a la subvención para reforestar la Granadella se produjo justo después de las negociaciones fallidas entre el PSPV y el PP para que la Diputación se acogiera al Fondo de Cooperación que promueve la Generalitat. Este fondo, que supondría que la institución provincial destinara 13,7 millones de los presupuestos de este año a los municipios alicantinos para que lo invirtieran en lo que consideraran más conveniente, fue rechazado por los populares al entender que no hay margen de maniobra para habilitar esa partida y que hay que cumplir con la regla del gasto.

Aunque en un principio el portavoz del PP, Carlos Castillo, no descartó una primera propuesta de Chulvi para sacar los 13,7 millones del remanente de tesorería, finalmente no hubo acuerdo entre los grupos y los presupuestos llegaron al pleno para su aprobación en medio de la discordia por el Fondo de Cooperación. La oposición defendía que este sistema daba más autonomía a los municipios a la hora de decidir sus inversiones. La respuesta del gobierno de Sánchez y del tránsfuga fue hacer un gesto cicatero con la regeneración de uno de los parajes más bellos de la Comunitat Valenciana.