Lo suyo no era el sigilo. Entraban en las casas a las bravas. Cortaban la valla perimetral y forzaban con una palanca una ventana o puerta. Si se topaban con una reja, picaban sus anclajes con un cincel. Y así se colaron en 28 casas de campo y de las urbanizaciones de Pedreguer, Orba y Benidoleig. Se llevaron joyas, bisutería, herramientas y aparatos electrónicos como televisores, ordenadores y teléfonos móviles.

Agentes del Equipo Roca de Calp de la Guardia Civil han detenido a los presuntos autores de esa oleada de robos. Son tres vecinos de Oliva de 31, 33 y 36 años. Los pillaron in fraganti. A los agentes, les avisaron el pasado 22 de noviembre de que se estaba perpetrando un robo en una propiedad situada en la carretera CV-731, en el tramo que une Benidoleig y Orba. Acudieron a toda prisa y detuvieron a los autores. En su coche, encontraron objetos robados y útiles para cometer los asaltos, como destornilladores, una maza, dos patas de cabra, alicates, tenazas y guantes.

Los tres arrestados, que ayer pasaron a disposición judicial, habían desatado gran alarma en la Marina Alta. Se les atribuyen 28 robos en viviendas. Los asaltos tienen todos el mismo patrón. Los ladrones entraban a las bravas y se llevaban todos aquellos objetos que consideraban de valor.