Los vecinos de la calle Sandunga de Dénia avisaron ayer a la policía de que hacía días que no veían a un anciano de 80 años que vivía en un tercer piso. Llamaban a la puerta y no contestaba. Los bomberos entraron a la vivienda por una ventana. Hallaron muerto al hombre. Su cadáver estaba tirado en el pasillo.

El cuerpo no presentaba signos de violencia y, además, la puerta del piso estaba cerrada por dentro. Todo apunta a que el anciano falleció por causas naturales. Con todo, la Policía Nacional ha abierto diligencias.

El vecino había nacido en Portugal, pero estaba nacionalizado español. No tenía familia en Dénia. Eran sus vecinos los que estaban al tanto de él. Llevaban varios días sin verlo. Temieron lo peor. Y sus sospechas se confirmaron.

No es el primer caso que ocurre en la Marina Alta, una comarca donde la población está muy envejecida. Sobre todo son los jubilados extranjeros los que más sufren la soledad.