Un joven funámbulo emuló ayer en el cabo de Sant Antoni de Xàbia a Philippe Petit, el equilibrista que cruzó caminando sobre un cable de una Torre Gemela a la otra. El chaval, eso sí, tomó todas las precauciones del mundo. La cuerda estaba en el mirador y no sobre el vacío. Además, tenía una colchoneta. Estuvo practicando junto a su compañera. Ambos viajan en una caravana y, en cuanto pueden, colocan la cuerda y hacen acrobacias. Les sedujo hacer equilibrismos con la bahía de Xàbia al fondo. La Marina Alta siempre depara imágenes cuanto menos curiosas.