Durante años, los vecinos de Gata de Gorgos han aparcado con toda tranquilidad sus vehículos en uno de los extremos del puente sobre el río Gorgos que lleva al grupo escolar. Todo el mundo sabe que la normativa de tráfico prohíbe aparcar en los puentes y viaductos. Pero se hacía la vista gorda. Sin embargo, desde hace unos días se ha instalado una señal que deja claro que está prohibido estacionar en el puente. Más de un vecino ha comprobado que la cosa va en serio cuando ha visto en el parabrisas de su coche una multa de cuarenta euros. Al liberar el puente del coches, los peatones pueden cruzarlo con mayor seguridad. Además, la circulación hacía el colegio es más fluida. Se ha acabado con una situación anómala que se mantenía desde hacía muchos años.