A los agricultores de los huertos urbanos de Xàbia no les ha sentado nada bien que el ayuntamiento les culpara de derrochar agua y les cerrara el grifo de la noche a la mañana. La edil de Medio Ambiente, Doris Courcelles, decidió cortar el suministro a los huertos sociales después de que la factura de 2016 se disparara a 17.000 euros. El ayuntamiento daba agua gratis a los usuarios. La concejala deslizó que habían hecho un mal uso de este recurso escaso.

El profesor jubilado de la Universitat de Valencia Paco Blasco Vercher es uno de los agricultores que cultivan sus hortalizas en estos huertos, que están en la zona del Arenal. Junto a otros 13 compañeros, firmó una carta dirigida al alcalde, José Chulvi, que presentaron en el registro municipal el pasado 22 de diciembre. Se comprometían a pagar el agua. Pero el consistorio se la ha cortado.

Paco Blasco ha explicado a Levante-EMV que el riego era gratis porque el ayuntamiento no lo quiso cobrar. Dijo que los usuarios de los huertos urbanos aceptaron pagar 50 euros anuales de consumo de agua.

Este aficionado a la agricultura asegura que el suministro se les ha cortado sin avisar. Aporta datos de los consumos de 2013, cuando se puso en marcha esta iniciativa, y de 2016. El consumo, efectivamente, se ha disparado. En el último año, ha llegado a 8.371 metros cúbicos. En septiembre y octubre, se gastó incluso más agua que en verano. Y en noviembre y diciembre, meses en los que llovió, el consumo siguió altísimo (2.178 metros cúbicos).

Los agricultores aseveran que no han malbaratado agua. Instan al ayuntamiento a investigar qué está ocurriendo y apuntan que puede haber una fuga. Paco Blasco precisa que todas las parcelas disponen, además, de gomas para el riego por goteo. Este profesor jubilado rechaza que hayan regado a manta. Y sostiene que, si es cierto que alguna persona se ha llevado agua a casa en garrafas, no lo hizo porque fuera gratis, sino «por la miseria económica que seguramente estaría atravesando».

La edil también anunció que dejaría a estos agricultores recoger su cosecha y luego cerraría estos huertos urbanos del Arenal, que se trasladan a unos terrenos próximos al pueblo. Cada parcela tendrá ya su contador. Los agricultores pagarán su agua.