El nuevo gobierno de Benissa, de Reiniciem, PSPV y Compromís, se ve abocado a una «economía de guerra». Así lo dijo ayer el concejal de Hacienda, Fer López, que acusó al PP de asfixiar el ayuntamiento al privarle de 600.000 euros de ingresos de IBI. Este edil y los portavoces de PSPV y Compromís, Manuel Juan y Xavi Tro, afirmaron que el anterior alcalde popular, Juan Bautista Roselló, actuó de forma «irresponsable» al bajar este impuesto un 17 %.

Eso ha supuesto, reveló Fer López, que el consistorio se quede ahora sin margen de maniobra para efectuar inversiones. Por ley, los ingresos y gastos deben estar equilibrados. El ayuntamiento, al quedarse sin 600.000 euros, tendrá justo para ir tirando. El presupuesto municipal adelgazará a la fuerza.

Con todo, el nuevo gobierno lanzó ayer el mensaje «positivo» de que meterá la tijera en los gastos corrientes (López aseguró que el PP tiraba la casa por la ventana en protocolo) para poder acometer obras como la de remodelación de les Escoles Graduades, de peatonalización o de musealización de la Sala del Consell (la Llotja). El pacto quiere dejar su sello en el nuevo modelo de ciudad.

El ayuntamiento, eso sí, está rico. Cuenta con un superávit de unos dos millones. Pero, advirtió Manuel Juan, ese dinero no se puede tocar, ya que la Ley de Racionalización del Gasto no deja destinarlo a inversiones. El portavoz socialista subrayó que Benissa participa del clamor de otros muchos municipios que igualmente están saneados contra las medidas de Montoro que coartan la autonomía municipal.