Xàbia se desembarazó de los cerdos vietnamitas que proliferaban en el Saladar, cerca del núcleo turístico del Arenal, pero la plaga no se fue muy lejos. Ha saltado al vecino municipio del Poble Nou de Benitatxell. Ahora los puercos campan a sus anchas por el Pou de la Font, que es la partida donde está la zona deportiva del Poble Nou. Allí hay, además, numerosos chalés. La Policía Local de Benitatxell, según ha podido saber este diario, ya ha tenido que acudir varias veces alertada por los vecinos, que temen que los animales puedan salir a los viales y provocar accidentes. Y, al igual que ocurría cuando los cerdos vietnamitas habitaban el Saladar de Xàbia, existe el riesgo de que se crucen con jabalíes y nazcan los híbridos cerdolíes, una especie que hereda lo peor de sus padres: son agresivos como los jabalíes y se reproducen con la facilidad de los cerdos vietnamitas.

Los puercos asiáticos han proliferado en el Poble Nou de Benitatxell cuando se daba el problema por solucionado. Rachael y su hija Hannah, que son residentes británicas de Xàbia, se apiadaron de los cerdos del Saladar y adoptaron a una veintena. Lograron que una propietaria del Pou de la Font del vecino municipio les cediera un terreno vallado. Ellas se encargaban de cuidar a los animales y alimentarlos. Ambas explicaron entonces a este diario que se gastaban cada día unos 40 euros en la comida de los cerdos.

Salvaron a los animales. Su gesto fue generosísimo. Pero, a los pocos días, los cerdos vietnamitas hicieron un agujero en la valla y se escaparon. Madre e hija acuden todos los días junto a otras personas y, con el reclamo de la comida, consiguen que los cerdos regresen a la parcela. Pero vuelven a escarbar y a fugarse. Campan a sus anchas. Ayer mismo los puercos estaban sueltos. Recorren los bancales abandonados. Se han vuelto más esquivos que cuando estaban en el Saladar, donde se acercaban sin miedo a las personas que les llevaban comida (eso antes de que unos vándalos les azuzaran a sus perros y mataran a varias crías).

La dueña de la parcela comentó ayer a este diario que la presencia de los cerdos se ha convertido en un problema. Aseguró que ningún vecino de esta zona quiere que se sacrifiquen. De hecho, avanzó que la próxima semana podría «solucionarse todo», ya que ya habría adoptantes dispuestos a llevarse a los puercos. «Todos los vecinos estamos vigilantes. Los animales no tienen la culpa. No queremos que venga ningún cazador y los mate», advirtió la dueña de esta parcela.

El Ayuntamiento del Poble Nou de Benitatxell también quiere evitar que los cerdos estén libres y se reproduzcan sin freno. Ha avisado incluso al Seprona de la Guardia Civil. Pero tomar medidas para que los cerdos no se conviertan en plaga es competencia municipal.

El terreno, como se ha visto ahora, no reunía condiciones adecuadas para acoger a estos animales. No está declarado núcleo zoológico. Sí hay un permiso de colonia de gatos. La valla no puede contener a los puercos, que se han acostumbrado a vivir en libertad. Por muchas piedras que en su base han colocado Rachael y Hannah, estos animales siempre encuentran un resquicio por el que fugarse. El problema de los cerdos ha pasado de término municipal.