El águila pescadora se deja ver de tanto en tanto en el Marjal de Pego-Oliva y en los acantilados del cabo de Sant Antoni, en el Montgó. Pero hace más de medio siglo que no nidifica. Ahora se ha dado un paso importante para que estas aves rapaces se vuelvan a reproducir en la Marina Alta y la Safor. Que lo hagan también es fundamental para recuperar la especie en el Mediterráneo. El águila pescadora fue el primer vertebrado que se extinguió en la Península Ibérica.

El presidente de la junta rectora del Montgó, Joan Sala, histórico miembro de Acció Ecologista Agró y gran aficionado a la ornitología, ha apostado fuerte por recuperar el águila pescadora en el Montgó. Ayer presentó, junto al nuevo director del Montgó y el Marjal, Joseba Rodríguez, al equipo que dirigirá el estudio para que esta especie nidifique en los acantilados de la Marina Alta y el humedal que comparten Pego y Oliva. Las credenciales de los investigadores y, sobre todo, su experiencia hacen albergar muchas esperanzas de que el proyecto será un éxito.

Al frente del equipo está Miguel Ferrer, investigador del CSIC y de la Estación Biológica de Doñana y uno de los máximos expertos europeos en rapaces. Ha conseguido reintroducir el águila pescadora en Andalucía, en concreto en las marismas de Odiel (Huelva) y en el embalse del Guadalcacín (Cádiz). El proyecto de investigación estará listo en un año y, entonces, se traerán los polluelos al Montgó y el Marjal. Es importante, subrayó Ferrer, distribuirlos por parajes distintos para evitar que «fluctuaciones» como sequías o incendios puedan dar al traste con el proceso. El experto subrayó, eso sí, que el Marjal y el Montgó reúnen condiciones «excelentes» para que la especie nidifique.

El riesgo de electrocución

El proceso es complicado. Los polluelos se traerán de Escandinavia, Escocia y Alemania. Estas aves son «filótropas», lo que significa que nidifican en el lugar donde nacen. A los pollos se les traerá recién nacidos y se les hará creer que han venido al mundo en estos parajes. Eso sí, el investigador del CSIC recalcó que para que la reintroducción tenga futuro es básico eliminar los tendidos eléctricos cuyo diseño es peligroso para las aves.