De Manises. De dónde si no. De la capital valenciana de la alfarería han llegado al Poble Nou de Benitatxell las mil tejas blancas y azules con las que se terminará la restauración de la cúpula de la iglesia del siglo XVIII de Santa María Magdalena. Las tejas se han fabricado con agujeros de ventilación y de anclaje para hacerlas más resistentes a los elementos atmosféricos. Cuando los obreros terminen de colocarlas en la cúpula, ésta recuperará su original zigzag blanco. Esta cubierta difiere de las de azul vidriado tan típicas de las iglesias valencianas. Tiene un dibujo de tejas blancas.

Mientras, de las antiguas tejas, que datan de 1911, sólo se han podido salvar sesenta.En 1940, cayó un rayo en la cúpula y causó un buen destrozo. Era la posguerra y los vecinos no estaban para pagar tejas vidriadas. La cubierta se reconstruyó con tejas marrones.

Las blancas y azules que sí se han podido recuperar se venderán a partir del lunes a diez euros la pieza. El dinero que se recaude se destinará a sustituir tejas rotas del tejado de la nave central y el crucero.

La restauración de la cúpula la dirige el arquitecto experto en patrimonio Josep Ivars. Las obras las han financiado el ayuntamiento, con 28.695 euros, y la empresa Vapf, que ha aportado otros 24.000. El zigzag le confiere gran singularidad a una cúpula que se ve a la legua. La iglesia está en la parte más elevada del Poble Nou de Benitatxell, un pueblo situado sobre un cerro.