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Los prodigios del tenor Cortis de Dénia

Es el único cantante de ópera que ha salido a hombros de un teatro, el de la Habana - Se hizo pasar, escondido, por Caruso y el público, en pie, lo ovacionó

Los prodigios del tenor Cortis de Dénia

El Centre d´Art l´Estació de Dénia acoge la gran exposición del «Any Cortis». Es una muestra completísima. El Museo Etnológico desempolva materiales inéditos. Algunos llevaban guardados en los fondos del museo más de 20 años y otros los han cedido los descendientes del tenor y familias de Dénia que conservan como reliquias discos antiguos y recuerdos de su vecino más universal, el que llevó el nombre de Dénia a los Estados Unidos, a los grandes teatros de la ópera de Italia, a la Habana o a Buenos Aires.

Antonio Montón Corts, el tenor Cortis (1891-1952), estaba llamado a suceder en el trono de la ópera al gran tenor napolitano Enrico Caruso. Pero la carrera fulgurante del dianense, coronada con triunfos legendarios, se dio de bruces con la historia. En Estados Unidos, donde en 1924 firmó un contrato con la Civic Opera de Chicago (fue el tenor titular de ese teatro durante ocho temporadas), vivió la gran bancarrota de 1929 de la Gran Depresión. De regreso a España, la Guerra Civil y la asfixia de la posguerra truncaron la proyección internacional de un artista al que no se le cayeron los anillos por cantar en las fiestas de la Santíssima Sang de Dénia o en las fiestas de julio de València. En el caso de la celebración dianense, lo hacía con orgullo y fervor junto a su hermano Juan Bautista, que era barítono.

Cortis murió en València el 2 de abril de 1952. Por tanto, el domingo se cumplieron 65 años de su fallecimiento. Dirigía una escuela de canto. Acabó sus días lejos de la gloria que conoció en las décadas de 1920 y 1930.

Dos de sus hazañas más sonadas fueron la de salir a hombros de la ópera de la Habana y la de confabularse con Caruso para sustituirlo sin que nadie más lo supiera. Cortis es el único tenor aupado a hombros por su público. A otros los han ovacionado sin fin, los han hecho salir repetidas veces a saludar, pero nadie, excepto Cortis, ha salido de un teatro cual triunfal torero.

También en la Habana Caruso le dijo a Cortis que lo sustituyera en el aria del Arlequín del drama Pagliacci. Esa pieza se canta desde bastidores, sin que el público vea al intérprete. Los espectadores, en pie, ovacionaron al cantante. La crítica coincidió en que el tenor napolitano nunca había estado tan genial.

La exposición también repasa los orígenes humildes de Cortis. Sus padres emigraron a Argelia. Antonio Montón Crespo, que era zapatero, murió allí de repente. La madre, Vicenta Corts, de Pego, decidió volver a Dénia con su hijo Juan Bautista y, embarazada de Antonio. Se puso de parto en el barco. Y en el mar, frente a la costa de Alicante, nació Cortis.

Vicenta sacó adelante a la familia trabajando de aguadora y llevando cántaros a las familias burguesas de Dénia.

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