La Semana santa de pego es un monumento a la emoción y a la religiosidad popular. Las diez cofradías procesionaron ayer en el «Via Crucis», que arranca en la capilla del Ecce-Homo (ayer un poco más adelante, ya que está instalado el andamio de la reparación de la cúpula) y termina en el Calvario. Cerca del final tuvo lugar el momento culminante de esta procesión de gran recogimiento. La imagen de la Virgen de los Dolores desandó un tramo de camino para encontrarse de cara con el paso de Jesús Nazareno. Los costaleros inclinaron a la Virgen, la «arrodillaron», recreando todo el dolor de una madre que está a punto de perder al hijo. Los porteadores alzaron luego al cielo las dos imágenes.