El arquitecto experto en patrimonio Josep Ivars ha dirigido ahora la restauración de la cúpula. La huella modernista más evidente es el zigzag blanco que rompe con las cúpulas valencianas barrocas, cubiertas totalmente con tejas barnizadas de azul. Ivars explicó que otra influencia del modernismo catalán se aprecia en la acrotera o bola que remata la cúpula. Está adornada con un trencadís (mosaico), que también es un recurso muy habitual en ese estilo arquitectónico. Pero Fray Maeso también debió sentir debilidad por el neogótico, otra influencia catalana. El último cuerpo del campanario de esta iglesia presenta arcos ojivales y está coronado por un pináculo.

Josep Ivars precisó también que las tejas originales de la cúpula se fabricaron en Barcelona.

Los relámpagos también dibujan en el cielo zigzags deslumbrantes. En 1940, cayó un rayo sobre la cúpula y causó un importante estropicio. Los vecinos, en plena posguerra, no estaban para fiestas. Un tramo de la cubierta se reparó con tejas marrones; desaparecieron las azules y blancas.

Ahora se han cambiado todas las tejas. Las nuevas se han fabricado en Manises. La cúpula ha recuperado el zigzag original. Las obras las han financiado el ayuntamiento, que ha aportado 28.695 euros, y la empresa VAPF, que ha colaborado con otros 24.000. Las obras están terminadas a falta de que lleguen las tejas de ventilación.

El arquitecto detalló que esta cubierta aúna dos cúpulas, una estructural y otra superficial. «Sobre esa segunda piel, están las tejas», dijo. «Hemos hecho una intervención epidérmica, no estructural. Hemos repuesto las cuadernas del tablero y las tejas. Y hemos reproducido la cúpula original. No tenía ningún sentido innovar», añadió.

El resultado de la restauración todavía no se aprecia bien, ya que está montado el andamio. Pero sí se vislumbra que esta cúpula, que es un singular hito paisajístico (el Poble Nou está sobre un cerro y la iglesia sobresale en su punto más elevado), ha recuperado un esplendor que la mayor parte de los vecinos nunca han conocido. El rayo borró en parte la fuerza modernista de una cúpula que es única en la Marina Alta. El azul vidriado y el zigzag blanco vuelven a deslumbrar en el luminoso cielo de la comarca.