La moda de levantar torres de piedras en parajes de gran valor paisajístico también ha llegado al Montgó. Mientras en las Islas Baleares los biólogos y ecologistas advierten de que estos amontonamientos alteran el paisaje (se ve la mano del hombre) y pueden provocar erosión y daños en la microfauna de invertebrados e insectos, en la Marina Alta esas pseudoesculturas ya salpican una planicie del parque natural del Montgó que quedó devastada por el incendio de septiembre de 2014. Los turistas que alzan estas torres remueven muros tradicionales de piedra en seco para sacar los pedruscos que más les apañan y también los cogen de un suelo que se está regenerando tras el fuego.