PSPV y Compromís han amagado durante semanas con reeditar en El Verger uno de sus históricos desencuentros. El acuerdo de alternancia estaba en el aire. El alcalde de los dos primeros años de mandato, el socialista Ximo Coll, se agarraba a que el cambio de munícipe no debía significar aumentar ni un euro el gasto en sueldos. Y la negociación para que Basili Salort, de Compromís, se convirtiera en nuevo alcalde estaba encallada y, por momentos, se daba por rota. De hecho, ayer, tras lanzar los valencianistas un comunicado en el que apelaban a «la importancia ética de cumplir los pactos en los gobiernos de coalición» (lo que denotaba que la cosa pintaba mal), llegó el acuerdo. También deslizaron que era Coll el que se enrocaba mientras que la comarcal del PSPV sí aceptaba el cambio de alcalde.

Ximo Coll afirmó a este diario que su premisa era que el gasto en ediles liberados continuara como hasta ahora, que él cobraba 2.100 euros y Salort y el también edil de Compromís Lluís Poquet percibían 2.400. Los valencianistas querían mantener las dos dedicaciones. Y ahí encalló la negociación.

Compromís, en su comunicado de ayer, subrayó que el acuerdo que propusieron «no implica ningún aumento en la asignaciones a los cargos políticos». Los 2.100 euros pasarán a este partido (se los repartirán el nuevo alcalde y Poquet) y el PSPV tendrá dos liberados que ingresarán los 2.400 euros.

«Han aceptado esta tarde, pero no antes», afirmó Coll. «Por mi parte, ya está todo claro. Nos sentaremos y acordaremos cuando se hace el cambio de alcaldía», aseguró.

Salort subrayó que las retribuciones del consistorio de El Verger son de las más bajas de la provincia. «Está fuera de lugar polemizar sobre esto; el cambio de alcaldía no va a suponer más gasto para el pueblo», destacó.

Es probable que hoy mismo Coll presente su renuncia. El pleno de investidura de Salort podría celebrarse el próximo 10 de junio.