Los números esconden dramas. Cáritas de la Marina Alta atendió el pasado año a 3.109 personas, un 7 % menos que en 2015. Podría interpretarse que las familias empiezan a levantar cabeza. Pero la realidad, explicaron los responsables de esta ONG, es otra. La pobreza se cronifica. De hecho, el 75 % de las personas beneficiarias de ayuda ya son conocidas de años anteriores. «Quedan atrapadas en realidades de exclusión de las que cada vez es más complicado salir, por lo que las mismas familias son atendidas año tras año», indicaron los responsables de Cáritas.

En la Marina Alta, el perfil de los vecinos que acuden a esta ONG es el de mujeres solas con hijos menores a su cargo, familias que también tienen niños pequeños y personas que viven solas. La soledad que sufren vecinos de avanzada edad se ha convertido en uno de los grandes problemas que debe resolver una comarca con propensión al envejecimiento. La soledad es otra forma de pobreza.

Cáritas desarrolla en esta comarca proyectos de formación y empleo en Dénia, ha puesto en marcha huertos solidarios en Xàbia y Dénia y gestiona economatos también en Dénia (hay, además, un ropero solidario) y Benissa. Los voluntarios (son 278 en la Marina Alta) también llevan a cabo un proyecto de musicoterapia en el hospital dirigido a enfermos crónicos de Pedreguer.