El litoral de Xàbia es un gran yacimiento arqueológico (esconde, sobre todo, vestigios romanos) y ya hay turistas que vienen con idea de pescar algo. Este lunes a un policía local que vigila con moto acuática las zonas de baño le pareció sospechoso el trajín que a bordo de un barco fondeado en el Portitxol se traía su único tripulante, un ciudadano francés de avanzada edad. Cuando el agente se acercó, emergió un globo de reflotación que llevaba un objeto enganchado. Ese objeto era un pedazo de un ánfora romana. El policía pidió apoyo a sus compañeros de la embarcación de vigilancia, que dieron parte a la Guardia Civil.

El arqueólogo municipal constató que la pieza tenía valor arqueológico. Es la parte superior de un ánfora de aceite del siglo V procedente del norte de África.

Mientras, el cazatesoros fue trasladado al cuartel de la Guardia Civil. Está acusado de un delito de expolio de patrimonio histórico. Todos sus útiles (botellas de nitrox, GPS, globo de reflotación, así como el equipo de buceo) han quedado decomisados. También se le ha intervenido la embarcación. Ahora el juez debe determinar qué tipo de medidas cautelares se adoptan.

Mientras, se ha pedido al Grupo de Actividades Subacuáticas (GEAS) de la Guardia Civil que lleve a cabo una inmersión en el punto donde se sorprendió al furtivo para comprobar si este hallazgo es aislado o puede formar parte de un pecio. En cualquier caso, toda la bahía del Portitxol es un gran yacimiento de época romana. Los buceadores disfrutan observando ese patrimonio y comunicando posibles hallazgos. Los furtivos, como se ha constatado ahora, también están al tanto.