Golpeada hace un año por un terrible incendio, la cala de la Granadella de Xàbia ha sufrido esta noche los estragos de una tormenta que en este municipio de la Marina Alta ha dejado 160 litros por metro cuadrado. El barranco que providencialmente cerró el ayuntamiento antes del verano (hasta entonces se utilizaba como aparcamiento) ha bajado con tamaña furia que se ha llevado por delante un trozo de playa. La crecida del cauce le ha dado un mordisco a la Granadella. Por suerte ya está prohibido aparcar. De lo contrario, los coches podían haber acabado arrastrados al mar.

La corriente sí que se ha llevado por delante 50 hamacas de este negocio de la playa. Además, ha entrado agua en los negocios. La Granadella está considerada una de las playas más bellas de España. Con el incendio de hace un año y la tromba de agua de ahora, no gana para sustos.