El Penyal d´Ifac aspira a la declaración de Patrimonio de la Humanidad. Y la cosa va en serio. La junta rectora del parque natural de Calp ha dado luz verde a la comisión que debe preparar la propuesta que se presentará a la Unesco. El Penyal lo tiene todo: valor medioambiental y cultural (el yacimiento de la Pobla d´Ifac, de finales del XIII, es excepcional). La comisión la integran la Generalitat, las conselleries de Medio Ambiente y Cultura, la Agencia Valenciana de Turismo, el Ayuntamiento de Calp, la Diputación de Alicante y la Dirección General de Costas. También forman parte la Universitat d´Alacant, el MARQ y asociaciones ecologistas, deportivas y sociales.

El presidente de la junta rectora del Penyal d´Ifac, Guillermo Sendra, quien ha dinamizado el parque como nunca se había hecho antes, ha advertido de que el trabajo será «arduo». «Pero la declaración de Patrimonio de la Humanidad es el reconocimiento definitivo que le falta al Penyal. Eso sí, hemos de ser prudentes porque es un proyecto ambicioso y con muchas aristas». Sí, Sendra ya vislumbra piedras en el camino. Avisó del «inconveniente de la presión urbanística que sufre el parque natural. Abogó por revisar el modelo urbanístico de Calp y apostar por uno «mucho menos agresivo que el actual y más respetuoso con el entorno y el desarrollo sostenible».

Mientras, el Penyal sigue deparando hallazgos arqueológicos. La campaña de excavaciones del MARQ en la Pobla medieval ha sacado a la luz los vestigios de una torre defensiva de cuatro metros de anchura y con muros de 1,30 metros de grosor. De ese torreón, hay constancia documental en un grabado que realizó en 1809 el viajero francés Alexandre de Laborde.