Joël Robuchon no tiene una, dos o tres estrellas Michelin. Lo suyo es una constelación. Suma en sus restaurantes (él los llama Atelier) de Hong Kong, las Vegas, Londres, París o Tokio 31 estrellas. Es el chef que más tiene del mundo. Robuchon es el dios de la gastronomía. Y, mira por dónde, le pirra la cocina tradicional de la Marina Alta. Tiene casa en Calp y cuando viene de vacaciones se deja aconsejar por sus amigos para descubrir los restaurantes de la comarca que mejor están trabajando el concepto de innovar a partir de las raíces.

Robuchon ha acudido estos días al restaurante Tasta'm de Ondara. La filosofía es la de cocina de mercado. Trabaja la cocina creativa, pero sin pasarse. El producto es sagrado. El chef francés ha quedado encantado con esa apuesta. La Marina Alta tiene una despensa de primera y en Tasta'm saben sacarle todo el partido. Tener de comensal al cocinero con más estrellas es todo un privilegio.