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La Vila Joiosa

El ocaso sin tregua de la Villa Giacomina

Vilamuseu realiza todos los meses la inspección y mantenimiento de la zona para evitar más daños en la estructura y que se venga abajo

El ocaso sin tregua de la Villa Giacomina

El palacete situado en la Malladeta sigue deteriorándose. La casa que perteneció a Alfonso Esquerdo Iborra, sobrino del conocido doctor José María Esquerdo, se mantiene en pie mientras espera una restauración para la que se está pendiente de fondos y que cuenta con un proyecto redactado para su recuperación.

La Villa Giacomina, o el palacete de la Malladeta como se la conoce, se alza sobre una colina. Desde lejos, a pesar del paso de los años, su arquitectura llama la atención a todo aquel que dirige su vista hacia ella y, a pesar de su estado, sigue siendo uno de los edificios más bellos de principios del siglo XX. La vivienda perteneció a Alfonso Esquerdo Iborra, sobrino del conocido doctor José María Esquerdo, y en su época fue una de las casas con más esplendor de La Vila. Sin embargo, ahora vive un ocaso sin tregua que amenaza con acabar con todas sus paredes en el suelo.

El deterioro de este inmueble no es nuevo. El Ayuntamiento de La Vila ya intentó en 2014 llevar a cabo una campaña para restaurar esta villa realizando mediciones así como una reconstrucción virtual de la misma. Pero tres años después, desde Vilamuseu sólo se puede hacer el mantenimiento de la misma ante la falta de recursos para poder llevar a cabo un proyecto de tanta envergadura.

El director del museo vilero, Antonio Espinosa, explicó a este diario que existe un proyecto para restaurar este inmueble que no sólo tiene «un gran valor arquitectónico», sino también «cultural y social porque es un edificio muy querido por los vileros».

Pero el responsable de Vilamuseu reconoce que la falta de fondos es un impedimento. La restauración supondría un inversión de unos 250.000 euros que ahora mismo no se tienen. «Hemos recibido alguna propuesta de inversores» pero asegura que «hay que estudiarlas muy a fondo porque tiene que ser alguien que respete la zona y lo que significa este inmueble». Es decir, «alguien que se enamore de ella y la mantenga».

Con todo, desde el museo no dejan de mejorar y trabajar para conservarla a pesar de encontrarse cada semana con alguna valla rota o desperfecto. La revisión se hace cada mes, al igual que se lleva a cabo con otros bienes culturales del municipio vilero. El próximo proyecto es la realización de un camino alternativo al actual que se ha cerrado. Sin embargo, la estructura de la casa está bastante dañada. Según un arquitecto y arqueólogo consultado por este diario, la villa necesitaría «un apuntalamiento» para mejorar «su estabilidad» y que la zona más afectada es la torre adosada a la casa que tiene «preocupantes grietas».

Historia

La Villa Giacomina se llama así por la mujer de Alfonso Esquerdo. El vilero emigró a trabajar a Argentina en 1898, donde enviudó de su primera mujer, con la que tuvo tres hijos. Allí se casó en 1904 con Giacomina Bellani de Borgi, hija de un importante constructor que era miembro de la masonería como el propio Alfonso. De hecho, aún se puede contemplar uno de estos escudos en lo que queda del edificio, uno de los puntos que más interés despierta para los investigadores. El matrimonio regresó después a España y convirtió este palacete de la Malladeta en su hogar, pasando allí largas temporadas cada dos años.

Alfonso falleció en 1921 y Giacomina decidió regresar a Argentina. Unos caseros guardaron la casa, por la que pasó el conocido doctor Bastos, un célebre traumatólogo de la Guerra Civil que huyó de Alcoy. Pero en la década de 1960 la villa fue abandonada y así ha seguido hasta ahora.

Si la inversión llegara, tanto pública como privada, la intención es mejorar todo el exterior de la villa y recuperar su fisionomía tal y como era hace casi un siglo. En el interior, la intención es restaurar lo máximo posible para poder darle un uso que aún no está determinado, según Espinosa. Lo que sí está claro es que, con toda la información tras tiempo de investigaciones, la Villa Giacomina podría recuperar el esplendor de una época pasada.

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