La Fiesta de la Cerveza de Calp cumple 30 años con su habitual estruendo. Anoche volvió a atronar la música y las jarras de Paulaner, la cerveza muniquesa, chocaron en ruidosos brindis. La Oktoberfest calpina es la más antigua de cuantas se celebran fuera de Múnich. El Creative Club Calp, entidad integrada por residentes germanos, ha trasladado el espíritu de Baviera a la Marina Alta. La fiesta es una apoteosis de la vitalidad alemana y mezcla bien con la predisposición de los vecinos de aquí a apuntarse a un buen sarao.

La fiesta arrancó anoche con guiño político. El alcalde de Calp y presidente de la Diputación de Alicante, el popular César Sánchez, que juega al "risk" incluso cuando saborea el "chucrut" (la tradicional col fermentada, un alimento probiótico de primera), cedió el honor de pinchar el primer barril de cerveza al diputado tránsfuga Fernando Sepulcre. Este último, tras abandonar Ciudadanos y convertirse en no adscrito, se ha convertido en un apoyo clave para el PP en la Diputación. Sánchez dejó anoche que Sepulcre cogiera la maza y martilleara el barril inaugural.