El adjetivo sostenible lo mismo vale para un roto que para un descosido. Hace unos años el reto era el urbanismo sostenible. Llegó la crisis y acabó el debate. Ahora el sector económico que más crece es el turismo. Pero surgen las sombras de la turismofobia y la masificación. Y la sostenibilidad llega otra vez al rescate. Lo complicado es llevar a la práctica la fórmula mágica del turismo sostenible.

En Xàbia, se empezó a vislumbrar ayer por dónde pueden ir los tiros. Arrancó el «Mediterrània Xàbia Forum» y los expertos advirtieron de que el turismo de masas puede destruir los recursos naturales y paisajísticos que precisamente hacen atractivo un determinado destino. No hay que ir muy lejos. En los últimos años, Xàbia le ve las orejas al lobo con los fondeos masivos de embarcaciones de recreo en su litoral sur (destrozan Posidonia oceanica) y el colapso de coches en los accesos a las calas. El foro, que reúne a expertos de la Organización Mundial del Turismo, de la Agència Valenciana de Turisme (asistió el secretario autonómico, Francesc Colomer), del Conservatori du Littoral de Francia, de las islas Égadas de Sicilia o del Govern Balear, reflexiona sobre estos problemas.

«Nuestro modelo económico no tiene por qué cargarse nuestro modo de vida», recalcó el alcalde xabienc, José Chulvi, del PSPV.

Los expertos coincidieron en que hay que poner puertas al turismo de masas. La consellera de Turismo de Formentera, Alejandra Ferrer, incidió en que la estacionalidad turística en esta isla genera «conflictos sociales» como el de la imposibilidad de conseguir una vivienda para residir. Mientras, el conseller de Medio Ambiente de Ibiza, Miguel Vericad, advirtió de que los trabajos sólo duran 6 meses y son precarios.

La representante de Formentara dijo que en la isla han limitado los fondeos, ya que dañan la Posidonia. Recordó que hace 20 años decidieron no ampliar el puerto, pero en Palma, Ibiza y Dénia sí se han creado miles de amarres y los barcos van a fondear a Formentera (Xàbia es otro foco de fondeo masivo). Ahora han presentado al Govern Balear un nuevo proyecto que limita todavía más echar el ancla. Xàbia también tiene previsto restringir los fondeos (instalará más boyas ecológicas).

Los expertos advirtieron de que urge regular el acceso a calas y parajes que ahora están saturados. Uno de ellos es la Cova Tallada. El director del Montgó, Joseba Rodríguez, avanzó que ya se está realizando un estudio de capacidad de carga que abocará casi seguro a fijar un cupo máximo de visitas. Las limitaciones llegarán a las calas. Prohibir bajar en coche en verano a la Granadella es solo el principio. Los empresarios, al principio reticentes, ahora abrazan la sostenibilidad.