La realidad supera a las bromas del día de los Santos Inocentes. Francisco Marí, conocido en Dénia como Paco Raskasa, conductor de autobús y durante años responsable también del trenet turístico, tendrá que apoquinar por su peculiar sentido del humor. En el retén de la policía local no sentó nada bien que el pasado 19 de mayo realizara «llamadas constantes» y «perturbara gravemente el normal funcionamiento de los servicios públicos».

Por esas llamadas, el ayuntamiento le abrió expediente. Consideró a Marí autor de una infracción grave de la ordenanza de convivencia ciudadana. Este vecino en sus reiteradas llamadas decía, según indica el expediente municipal: «Soy el próximo alcalde de Dénia, que me llame el jefe de servicio, a mi móvil. Es un tema urgente». Los agentes que atendieron esas llamadas precisaron que Marí no comunicó «motivo alguno» por el que efectuaba las llamadas.

Cuando este vecino recibió la primera notificación se llevó un buen susto. La multa era de 800 euros. Se quedaría en la mitad si la pagaba dentro de los 15 días siguientes. Presentó alegaciones y logró que le rebajasen la sanción a 250 euros. Él mismo aprovechó el día de los Santos Inocentes para difundir el expediente. En todo irónico, indicaba que iba a pedir las grabaciones de las llamadas. En el pleno de anoche, tenía intención de preguntar sobre un incidente que, aunque sonaba a chanza, era tal cual.