La moción de censura que ayer presentaron en el Poble Nou de Benitatxell tres ediles de Compromís, dos independientes, entre los que está la concejala procesada por corrupción Nieves García, y el no adscrito Antonio Colomer (el PP lo expulsó en septiembre) se ha convertido ya en la más efímera de la historia. La cosa puede cambiar, ya que los firmantes han anunciado que irán al contencioso. Pero la moción de censura chocó con un muro infranqueable. El secretario municipal la frenó en seco. Se negó a tramitarla al no cumplir el quórum. La firma Colomer, quien, expulsado del PP, tiene la condición de tránsfuga y por la reforma de la ley electoral de 2011 (el dique antitransfuguismo) no puede votar una moción de censura. A la oposición, no le llega para desbancar al actual alcalde, Josep Femenia, de Red, y aupar al cargo a Miquel Garcia, actual portavoz de Compromís.

Pero los firmantes del voto de censura están convencidos de que el juez les dará la razón. Aseguran que el PP provincial no cumplió sus estatutos al echar a Colomer. «No se respetó la legalidad en su expulsión; ni siquiera se le abrió expediente disciplinario», aseveró ayer Miquel Garcia, que añadió que el secretario municipal tampoco se atuvo a los requisitos legales a la hora de comunicar al pleno que este edil pasaba al grupo de no adscritos. El portavoz valencianista dijo que han consultado a expertos en derecho administrativo e incluso a dos secretarios municipales y les han asegurado que Colomer es todavía portavoz del PP en Benitatxell y sí puede votar la moción de censura.

Lo del tránsfuga puede acabar o no en patinazo, pero aliarse con Nieves Garcia, que irá a juicio por amañar supuestamente pagos por medio millón de euros de obras públicas que no estaban acabadas y ni siquiera contratadas, es más peliagudo. Está procesada por falsificación documental continuada y estafa. Fue el secretario municipal el que denunció que se había falsificado su firma en pagos y endoso bancarios.

Miquel Garcia apeló ayer a «respetar la presunción de inocencia» de esta concejala. «A día de hoy no ha ido a juicio ni está condenada. Tiene derecho a participar activamente en la política municipal», defendió el edil de Compromís.

El portavoz valencianista precisó que la decisión de presentar la moción de censura la ha tomado por unanimidad la asamblea local. Admitió, eso sí, que no cuenta con el aval de la ejecutiva comarcal ni nacional de Compromís. De hecho, este último organismo ha abierto un expediente de investigación. Más allá de Benitatxell, ningún político de la coalición sabía ayer que sus ediles en este pueblo se unirían a un tránsfuga del PP y a una procesada por corrupción. «No son buenos compañeros de viaje», comentaron las fuentes de Compromís consultadas por este diario.

«La política es para valientes y no podíamos seguir de brazos cruzados», justificó Miquel Garcia, que acusó al gobierno local de cometer «prevaricaciones por omisión muy gordas». «La moción de censura es un acto de responsabilidad», sostuvo.

Al alcalde, Josep Femenia, la moción de censura le pilló en Fitur. «Los vecinos de Benitatxell votan y pagan impuestos y se merecen un respeto. Esto es un golpe de estado. Compromís se presenta como adalid de la lucha contra la corrupción, pero luego pacta con una edil procesada. Deberán dar muchas explicaciones», manifestó el munícipe.

Su equipo de gobierno (Red, PP y Pideb) quedó en minoría cuando antes del verano lo abandonó Colomer. A finales de septiembre, el todavía edil del PP pactó con Compromís y las dos ediles independientes dejar sin sueldos a los que habían sido sus compañeros de gobierno. Ya se barruntaba que la cosa no quedaría ahí y que la oposición exploraría la vía de la moción de censura. Colomer y Nieves García, quien fundó un partido independiente cuando el PP no la quiso, por su imputación, de candidata, aparcaban sus antiguas rencillas y se convertían en piezas claves para derribar el gobierno de Femenia.

Benitatxell vuelve a ser un volcán político. Los vecinos las han visto casi de todos los colores. En febrero de 2009, el entonces alcalde, el independiente Juan Cardona, dimitió por pedir a un promotor un soborno. Al irse, frustró una moción de censura que el PP iba a presentar para hacer alcaldesa a Nieves García. Entonces ni siquiera se dio por registrada. No había alcalde al que echar. Ahora la oposición sí la ha llegado a registrar, pero no hace camino. Miquel Garcia deslizó ayer que el secretario municipal actúa «en connivencia» con el alcade y no es «independiente ni leal».