Neptuno, el dios de los mares, tampoco se salva de la piqueta en Calp. El viernes comenzaron los trabajos de demolición de las Casas Neptuno, construidas en la década de los 60 por un turista alemán en primera línea de la playa del Morelló. El promotor de estos bungalós de alquiler tenía ínfulas de artista. Le dio un aire naif a estas casitas. Y se inspiró en lo que vio alrededor. Estos bungalós se construyeron entre el yacimiento de Banys de la Reina y el conjunto termal de la Muntanyeta. Está, por tanto, en el epicentro de un enclave arqueológico de época romana. Pero como esta parcela está construida figura en el PGOU de Calp como suelo urbano consolidado.

Neptuno se va ahora a pique. Sus propietarios han vendido estas casitas de alquiler a un inversor ruso por unos 4 millones de euros. La primera línea de Calp es un potosí urbanístico. Donde hay un viejo chalecito (los que quedan se pueden ya contar con los dedos de una mano) se puede levantar una torre de apartamentos o un hotel.

El derribo de los viejos bungalós comenzó el viernes. Fue entrar la primera pala y poner los vecinos el grito en el cielo. Incluso el Institut d´Estudis Calpins recordó que hay testimonios orales (los de los constructores que hace más de medio siglo levantaron aquí chalés) que apuntan a que existen en el subsuelo importantes restos arqueológicos e incluso mosaicos tan bellos como los de Banys de la Reina.

Los vecinos también vigilan

La Associació Cultural i Ecologista de Calp (ACEC) también subrayó que es una «zona sensible» y que hay «un 99 % de posibilidades de que salgan a la luz» vestigios de época romana. Este colectivo está convencido de que Neptuno escondía un tesoro arqueológico. Avanzó que vigilará la posible aparición de restos y que también advertirá al MARQ y a la dirección general de Patrimonio de que se están ya realizando movimientos de tierra. ACEC también ha pedido a los vecinos del Morelló que estén ojo avizor. Quiere que les avisen de inmediato si detectan algún hallazgo arqueológico.

Aludieron a que en Calp ya pasó en los apartamentos la Reina que aparecieron restos arqueológicos y los promotores decidieron trabajar de noche «para evitar miradas curiosas».

Los bungalós Neptuno no tenían más valor que el de evocar ese turismo un punto ingenuo y hippie que llegó a la Marina Alta en los años 60. El chalecito centenario que sí aguanta es Casa Pineda. Su dueña, Angelita, comentó ayer a este diario que ella no va a vender. «Nací en Benissa pero a los tres días mis padres me trajeron aquí. Es como si hubiera venido al mundo en este casa», dijo. Casa Pineda linda con los bungalós que ahora la piqueta está reduciendo a escombros.

El gobierno local de Calp, formado por PP e independientes, subrayó ayer que el permiso de demolición de las Casas Neptuno cuenta con todos los informes legales preceptivos y con el visto bueno de la dirección general de Patrimonio.