El mar en calma y la espesa niebla de ayer creaban las condiciones idóneas para desembarcar sin ser detectado. Tres inmigrantes argelinos aprovecharon esa circunstancia. Embarrancaron la patera en la playa de los Pinos de Calp. Se cambiaron de ropa. Y se esfumaron. La embarcación quedó varada sobre las 9.20 horas. Unos vecinos avisaron al 112. Los tripulantes tuvieron tiempo de cambiarse la ropa húmeda de la travesía. Lo hicieron sentados en las piedras de escollera que están en la base del acantilado. Allí dejaron desparramadas muchas prendas.

La policía local no tardó en dar con uno de los inmigrantes. Lo sorprendió deambulando por las calles de Calp. Lo detuvo y lo llevó al cuartel de la Guardia Civil, a donde acudió un equipo de la Cruz Roja para prestarle asistencia sanitaria. Tiene unos 20 años y se encontraba en buen estado de salud.

La Guardia Civil, nada más activarse la alerta por la llegada de la patera y el protocolo de inmigración irregular, desplegó en Calp patrullas de su puesto en este municipio y del de Xàbia.

Al segundo tripulante, de también 20 años, los agentes lo interceptaron sobre las 11 horas. También lo llevaron al cuartel de Calp. Los sanitarios de la Cruz Roja lo reconocieron. Estaba bien de salud.

La llegada de pateras a las costas de la Marina Alta y de Alicante se ha interrumpido en los últimos dos meses. Sin embargo, en octubre y noviembre se vivió una oleada. El mar estaba en calma y las temperaturas eran muy agradables. Se daban las condiciones idóneas para que arribaran estas embarcaciones a la costa. Llegaron a calas de Calp, de Benissa, a la del Moraig del Poble Nou de Benitatxell, a Xàbia e incluso a la Cova Tallada, que fue donde se produjo el desembarco más al norte.

La de ayer fue la primera patera que arriba en 2018 a las costas de la Marina Alta. Otra vez el mar vuelve a estar tranquilo y las nieblas de enero facilitan que los inmigrantes desembarquen sin que se avisten las pequeñas embarcaciones en las que viajan.