Orba se libera de contenedores y camina hacia el futuro de la recogida de basura. Curiosamente, el sistema más eficiente es el de volver a lo de hace años, a que los vecinos saquen a la puerta de su casa las bolsas de basura. Orba estrenó el pasado domingo el sistema pionero de recogida selectiva puerta a puerta. Los vecinos dejan ante sus casas los residuos ya separados. Un calendario indica qué días hay que sacar cada tipo de basura. Los orgánicos los sacan en un cubo negro y los de envases, vidrio o papel y cartón en cubos blancos.

El gobierno local, de Compromís, está convencido de que, mientras que ahora los porcentajes de reciclaje se quedan en el 20 %, con la recogida puerta a puerta subirán al 70 %. Además, subraya que este sistema hace la vida más sencilla a los residentes. Mejora su calidad de vida, ya que no tienen que ir cada noche hasta los contenedores. Y, sobre todo las personas de más edad, lo tienen más fácil si basta con sacar la basura a la calle. También se reducirá el coste del vertedero y aumentarán los ingresos por el retorno del reciclaje. Otra ventaja es que se mejora la imagen urbana al quitar los contenedores y se recuperan espacios públicos.

El alcalde, Ignasi Cervera, recalcó que este nuevo sistema de recogida de residuos obedece a dos de las prioridades de su equipo de gobierno: el bienestar de los vecinos y cuidar el medio ambiente.

La recogida puerta a puerta se lleva a cabo en el casco urbano y en las urbanizaciones, pero no en todas, ya que en algunas de ellas no se ha podido todavía implantar.

El concejal de Servicios, Guillem Marhuenda, aseguró que «este puerta a puerta es del siglo XXI, ya que, además de separar la fracción orgánica de la fracción del resto, tiene una infraestructura detrás muy avanzada pero al mismo tiempo muy sencilla para los usuarios».

El ayuntamiento también presta servicio de ecoparque móvil para que los vecinos puedan tirar residuos muy específicos como las pilas, las bombillas, el aceite de cocina o los residuos informáticos.