La carpa del "sopar de germanor" de Dénia, que mañana acogerá a más de mil falleros, está ideada este año a prueba de vendavales. Hoy el viento ha soplado con fuerza. La carpa, al contrario que el pasado año, que se voló, ha aguantado. De hecho, está sujeta con numerosos y grandes bloques de piedra. Debería soplar un huracán para desplazarla.

El pasado año, la víspera del "sopar de germanor", mientras se ultimaba el montaje de esta estructura, una ráfaga de viento convirtió la carpa en un amasijo de plásticos y hierros. Un miembro de la comisión resultó herido al golpearle uno de los hierros; sus lesiones no revistieron gravedad. El susto fue de aúpa. Este año los bloques de piedra fijan con toda contundencia esta carpa que se monta en Torrecremada.