Dénia dará en la calle La Mar otro paso para ir liberando su centro urbano de coches. La concejala de Calidad Urbana, Maria Josep Ripoll, anunció ayer que las obras de reurbanización de esta calle, que suben a unos 700.000 euros y se financian con fondos del Plan Confianza, comenzarán en abril. La previsión es acabarlas en tres meses. Pero Ripoll ya da por seguro que se alargarán un mes más.

La «nueva» calle tendrá un trecho exclusivamente peatonal, el del último tramo que llega hasta la Plaça del Consell (entre las calles Cándida Carbonell y Diana). Ahora es un «cul de sac». Los coches entran y, para salir, deben maniobrar marcha atrás. Ripoll subrayó que esta peatonalización, unida a la creación de aceras más anchas y una plataforma única en el resto de la calle, supone «recuperar espacio público para el peatón y una gran mejora en la imagen de la calle». Además, se cambiará la red de agua potable, el alumbrado y se harán pluviales (ahora no hay).

Las plazas de aparcamiento quedarán reducidas, eso sí, a una decena. Ahora se puede estacionar en cordón. Tras las obras, las plazas que quedarán serán en línea.

La calle La Mar (se llama así porque se vislumbra el puerto y el mar) conserva notables casas burguesas ahora convertidas casi todas en locales de copas y de hostelería.

Otro proyecto del Plan Confianza que se inicia este mes y que igualmente sube a 700.000 euros es el de reurbanización de la calle Sandunga, que también se hará peatonal.

Ripoll dijo que hay que pisar el acelerador con las obras del Plan Confianza, ya que el programa caduca en 2019. «No quiero que las obras estén por acabar y el Consell cierre el grifo», advirtió.