Es evidente que la «m» de M de Alejandría, un vino de Teulada del que hace cuatro años se plantaron las viñas y que saldrá al mercado en breve, se refiere al moscatel. Pero podría ser la «m» de mujer. Este proyecto vitivinícola, impulsado por Cristina Rodríguez Vicente, se ha colado entre los cinco finalistas del concurso Desafío Mujer Rural, que convoca el Instituto de la Mujer.

Cien mujeres presentaron sus proyectos a este certamen, que celebraba ahora su segunda edición. La selección se llevó a cabo durante meses y los cinco finalistas, entre los que estaba M de Alejandría, tuvieron que superar cuatro fases en las que se valoraba la solidez del plan de empresa.

Cristina Rodríguez recogió el diploma en el acto Mujeres Referentes, que se celebró en el Instituto Cervantes de Madrid. Se lo entregaron la directora del Instituto de la Mujer, Julia Cerón, y el secretario de estado de Servicios Sociales e Igualdad, Mario Garcés. Esta emprendedora destacó que tras ella hay «un gran equipo». Hizo referencia a quienes cuidan las viñas, elaboran el vino y diseñan y comercializan la marca. «Hacen que M de Alejandría sea un proyecto único y especial».