La Marina Alta tuvo un tesoro. Christine Lomer y Nick Brown, un matrimonio británico de jubilados, plantó en 1997 en una finca de la partida de Marnes (Benissa), que está en las estribaciones de la Serra de Bèrnia, los primeros lirios. El jardín fue creciendo. Y llegó a albergar la colección de lirios (más de 500 variedades) más importante de España. También florecían rosas (300 variedades), tulipanes y narcisos. El Jardín de los Lirios atrajo a cientos de visitantes. Sus dueños crearon caminos laberínticos que recorrían los 20.000 metros cuadrados de un edén de flores. Los muros de piedra en seco y los algarrobos, olivos centenarios y almendros protegían a las delicadas flores.

Pero hace dos años el matrimonio, ya mayor y cansado de luchar contra la pertinaz sequía (el puñetero cambio climático), hizo las maletas y se marchó a Francia. Mantener un jardín con más de 40.000 plantas era un trabajo hercúleo. Puso en venta la finca. Donó la colección de lirios al Jardín Botánico de Torretes, en Ibi.

Y es ahora, en primavera, cuando el Jardín de los Lirios de Marnes estallaba de colores. Primero florecían los tulipanes, luego los lirios y, finalmente, las rosas. El abandono no ha impedido que empiecen a eclosionar centenares de flores. Las lluvias de los últimos meses han contribuido a la espectacular floración. El jardín mantiene un atisbo de su antiguo esplendor.

Los arbustos empiezan a adueñarse de los bancos y gazebos de hierro. Apenas se intuye la antigua simetría de los parterres. Pero el jardín, que sus propietarios pusieron a la venta y que todavía no ha encontrado comprador, muestra una bella y luminosa decadencia. El matrimonio británico, que todavía hace alguna visita nostálgica a este finca, dedicó casi 20 años a crear un paraíso que todavía no se ha perdido del todo.

Un vecino de Marnes explicó a Levante-EMV que los dueños sí han vendido ya la casa de piedra en la que vivieron durante esas dos décadas. Pero, de momento, no ha salido un comprador para los terrenos de un jardín que alcanzaba ahora toda su opulencia. Fue el jardín de lirios más importante de España y quizás de Europa. Un tesoro botánico que todavía resplandece.