Dos vecinos del municipio de Xàbia han salvado a un águila calzada que tuvo la mala pata de cruzarse en su camino con una bandada de furiosas gaviotas patiamarillas. Carlos Andarias y su amigo José salieron el miércoles a navegar y a pescar. «Estábamos en la zona de la pesquera de la Punta Plana, en el Cap de la Nau, y nos sorprendió que numerosas gaviotas revolotearan en el mismo lugar y se lanzaran al mar», explicó ayer Carlos. Este joven pensó que estas aves habían encontrado un banco de atunes o bacoretes (un pescado que también es de la familia de los túnidos). «Le dije a José que fuésemos hacia allí. Vimos en el agua a un águila. Las gaviotas le estaban picando», relató Carlos, uno de los dos hombres que rescataron al ave en el agua, a Levante-EMV.

Los dos navegantes espantaron primero que nada a las gaviotas patiamarillas, una especie invasora que está desplazando a la fauna autóctona. Carlos cogió luego un salabre y rescató al águila. «La protegí con mi chaqueta. No estaba herida». Este joven tiene conocimientos de fauna salvaje y, gacias a eso, en seguida identificó que el ave era un águila calzada. La llevaron a puerto y avisaron a la Policía Local. Una patrulla se desplazó hasta el lugar para recoger al ave rapaz. Los agentes la soltaron luego en la Plana Justa, en el Montgó.

Estas aves regresan ahora a la Península tras haber pasado el invierno en África. El águila rescatada por Carlos y José se topó con una bandada de agresivas gaviotas. «Estas aves invasoras hacen un daño tremendo. Atacan a conejos, perdices, a otras aves... a todo lo que encuentran», indicó Carlos.

El águila calzada puede tener una envergadura con las alas abiertas de entre 110 y 135 centímetros. Es más grande que las gaviotas. «Pero las gaviotas atacan en grupo. Al águila la hostigaron muchas de esas otras aves. Intentaban picarle y terminaron agotándola. Cayó al mar y se hubiera ahogado si no la rescatamos».

Águilas, búhos o halcones son rapaces que habitan en los parajes naturales de la Marina Alta. Ahora se va a reintroducir el águila pescadora en el cabo de Sant Antoni y en la Marjal de Pego-Oliva. Una nueva amenaza para estas especies ornitológicas protegidas son las gaviotas invasoras. Han colonizado amplias zonas del litoral de la comarca. Se han adueñado, por ejemplo, del Penyal d'Ifac de Calp.