La residencia municipal de Santa Llúcia está «saturada». La concejala del Major de Dénia, Elisabet Cardona, lo dijo ayer claro: «Hay lista de espera. Sus 92 plazas están siempre ocupadas. No puede entrar nadie hasta que algún anciano fallece». De ahí que el gobierno local (PSPV y Compromís) acelere en la construcción de una segunda residencia. Las ediles de Bienestar Social, Cristina Morera, y del Major anunciaron que se ha dado el primer paso, el de encargar un estudio de viabilidad.

La fórmula elegida para hacer posible la segunda residencia no es la que más apaña al gobierno local, que preferiría que el propio ayuntamiento o el Consell hicieran las obras y que la gestión fuera municipal. Pero repetir el modelo de Santa Llúcia es ahora mismo una quimera. Ni el ayuntamiento ni la Generalitat pueden asumir la inversión. Así las cosas, el consistorio cederá una parcela situada en la partida de la Pedrera y sacará a licitación las obras y la gestión de la nueva residencia. La explotación será, por tanto, privada. Pero el contrato garantizará que habrá plazas municipales y concertadas.