La Xylella fastidiosa ha llegado en el peor momento. A la agricultura de secano y a los pueblos que más sufren el éxodo rural y la despoblación solo les faltaba ese golpe inesperado. A los agricultores la plaga les quita el sueño, pero todavía les inquieta más que a la conselleria de Agricultura se le vaya la mano y erradique igualmente árboles infectados y sanos.

Convocadas por las asociaciones de afectados por la Xylella de Alicante y Benissa-Pinos y por Jóvenes Agricultores Asaja de Alicante, medio millar de personas se manifestaron ayer en Benissa. Recriminaron a la conselleria de Agricultura que opte por la «destrucción» y la «erradicación masiva» de los almendros. Exigieron un plan de contención que salve los árboles sanos. «Ni en un solo país en el mundo la erradicación ha tenido éxito; sin embargo, aquí se nos ha impuesto», denunció la presidenta de los vecinos de la partida benissera de Pinos, Lourdes Ferrer Cabrera, que fue la encargada de leer el manifiesto. Instó al «Govern del Botànic» a detener «esta masacre agrícola y medioambiental». Incidió en que la conselleria ha detectado Xylella en 153 parcelas de la Marina Alta, la Marina Baixa y el Comtat y ha optado por «arrasar» 1.250 hectáreas y 56.000 almendros.

«Desde Benissa sentimos un profundo dolor y nos desconcierta esa política», dijo esta portavoz, que auguró que, si la conselleria de Agricultura sigue adelante con las talas preventivas y «masivas», «va a desaparecer nuestro patrimonio rural, natural y paisajístico». También incidió en que en Pinos, una partida rural situada en las estribaciones de la Serra de Bèrnia, se ha detectado la bacteria en tres parcelas. «Una está ya en la falda de Bèrnia. Si se arrasa, el impacto será terrible», advirtió.

La protesta contó con el respaldo del Ayuntamiento de Benissa. En la manifestación participaron, entre otros ediles, el portavoz de Compromís, Xavi Tro, y la concejal Mari Carmen Ronda; los ediles de Reiniciem, Belén Ivars y Fernando López Corsi, y el portavoz del PP, Arturo Poquet. Los manifestantes entregaron el manifiesto al alcalde, Abel Cardona, también de Reiniciem. El gobierno local lo respalda y lo llevará al próximo pleno. El grupo municipal de Compromís se alinea, por tanto, con los afectados. El PSPV también, pero de forma más tibia. El concejal de Agricultura, el socialista Doménec Miralles, manifestó que «la enfermedad está ahí y hay que atajarla». Subrayó que en Benissa quienes viven de la agricultura lo hacen de la vid y que, ante el temor de que la bacteria pase de los almendros a las cepas, están arrancando los árboles. «No sé cual es la mejor solución, pero algo se tiene que hacer», concluyó.

Los manifestantes cargaron contra la consellera de Agricultura, Elena Cebrián. Pidieron su dimisión y la llamaron «traidora». También pidieron al Consell que tenga en cuenta que el norte de Alicante forma parte también de la Comunitat Valenciana. «La Xylella no es un problema agrario, sino un problema social», corearon.

Entre los participantes, había agricultores de avanzada edad. Insistían en el «drama» de que entren en los cultivos que han trabajado toda la vida las máquinas trituradoras y reduzcan los almendros a astillas.

«La destrucción de los almendros acelera el éxodo rural y complica el relevo generacional en la agricultura; los jóvenes no ven futuro en el campo», aseguró la presidenta de la asociación de vecinos de Pinos.

En la protesta, también participaron apicultores y residentes extranjeros alarmados por las talas.