En Dénia, basta hurgar un poco en el suelo para que salgan restos arqueológicos. Es una ciudad con mucha historia soterrada. Las excavaciones arqueológicas que se están llevando ahora a cabo en un solar de la avenida Joan Fuster, junto a la muralla del siglo XI del Fortí, han constatado una vez más la potencia del antiguo arrabal islámico.

Los arqueólogos han desenterrado otro tramo de la barbacana (estructura defensiva paralela a la muralla) que se descubrió en 2003. Entonces ya se constató que el arrabal abrazaba unas once hectáreas. Ahora han vuelto a salir a la luz estructuras de viviendas. Están adosadas a la muralla y a la barbacana del Fortí.

La arquitectura de este populoso barrio debió ser un tanto desordenada. La Daniya de entonces, la de la floreciente taifa, era una potencia en el Mediterráneo. Las estructuras que se observan crean expectación sobre los hallazgos de esta excavación. Dénia es un filón arqueológico.