El Institut de Recerca Oceanogràfica de Xàbia (IROX) ha exigido al ayuntamiento que obligue con urgencia a los propietarios de los chalés de lujo que coronan un acantilado próximo a la cala de la Granadella a dejar de contaminar el entorno y a recuperar la senda de la pesquera de Encots, destruida al arrojarse escombros y por el vertido de aguas fecales que realiza al menos una de las viviendas. Este colectivo avisa al consistorio de que acudirá a los tribunales sí no se actúa ya para restablecer el estado natural de un acantilado que el Plan General de Xàbia grafía como suelo de especial protección natural y paisajística y que, además, forma parte del LIC Penya-segats de la Marina.

El IROX ha presentado ahora un tercer escrito en el ayuntamiento tras los que ya registró en septiembre de 2016 y enero de 2017. Ahora alude al vertido de aguas fecales que realiza al acantilado y al acceso de la senda de la pesquera uno de los chalés. Denuncia el «hedor» y la «putrefacción» que provocan esos vertidos. También advierte de que este tramo de la senda está «anulado» por los escombros arrojados ladera abajo y que, en lugar de retirarse, se han tapado con tierra. Sostiene que el nuevo acceso creado para llegar a la senda de la pesquera, que es una escalera de hormigón y otra metálica, ha alterado el entorno.

En el último escrito, el IROX afirma que ha detectado otro chalé de lujo que también estaría arrojando sus aguas sucias al entorno protegido. Y también se refiere a otra tubería «preparada para realizar vertidos directamente al acantilado».