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La crisis dispara el número de parados. Sin embargo, tan sólo uno de cada cuatro desocupados ha participado en acciones de formación y cursos de reciclaje a lo largo de 2011, según consta el informe de Agett a partir de datos de la Encuesta de Población Activa (EPA). En la Comunitat Valenciana, alrededor de un 17 % de los parados han asistidos a estas acciones de formación profesional ocupacional, lo que eleva a las cifras a unas 90.000 personas. Sin embargo, aunque el porcentaje de parados que se forma ha crecido en los últimos trimestre de forma internaual aún se está lejos de alcanzar los niveles anteriores a la crisis. Los sindicatos mayoritarios UGT y Comisiones Obreras, así como las patronales integradas en Cierval, han reducido su oferta durante este año debido a los impagos del Consell, que sigue sin pagar cursos de 2011 y parte de 2010. Ese mismo problema también afecta de lleno a las academias privadas que son entidades colaboradoras del Servef, que tampoco han cobrado cursillos de años anteriores y han reducido oferta a los parados ante su grave situación financiera. Los servicios públicos de empleo, incluido el Servef, ni siquiera puede organizar y orientas los cursos a los parados de larga duración que cobran el subsidio de los 400 euros, cuyo cobro que conlleva asistir a esos cursos de reciclaje profesional. «El sistema de formación para el empleo necesita un cambio de modelo más eficaz y menor burocrático». Así lo piensa el responsable territorial de Lee Hecht Harrison (Grupo Adecco) en la Comunitat Valenciana, Carlos Valverde. En su opinión, el objetivo es claro: «hay que aumentar la empleabilidad y no hacer formación por hacer. En muchas ocasiones —añade— no sirve para nada y se convierte en una huida hacia adelante que no consigue la inserción en el mundo del trabajo». Según este experto de la consultora de servicios de intermediación labora, la competencia en mercado de la formación es cada vez mayor y hay que formar bien a los parados. En ese sentido, aboga por coordinar la oferta formativa de los organismos institucionales con la impartida por las empresas privadas que reciben subvenciones públicas. Según los expertos del sector, la gestión de la formación resulta clave para garantizar la inserción de los parados y la administraciones deben controlar más los recursos en estos tiempos de ajustes.