A los buitres les caracteriza la paciencia. A la economía española le ganan las prisas. Difícil combinación que permita espantar a los inversores que solo desembarcan para pescar en río revuelto. Los fondos buitre o «vulture funds» son vehículos de inversión libre que ganan dinero con la compra de deuda soberana de países casi quebrados o que no pueden hacer frente a todas sus obligaciones. Compañías con mucho dinero líquido dispuestas a entrar en el capital de compañías con graves apuros financieros a costa de grandes descuentos y puños de hierro a la hora de cobrar. Los «vulture» –como se les llama en círculos financieros– sobrevuelan España.

El mercado financiero español está expuesto a este tipo de fondos, especialmente en el mercado de los créditos al consumo, los préstamos hipotecarios y los activos tóxicos. Además de importantes quitas en el valor en libros de la banca, reclaman un aval contra pérdidas garantizado por el Estado. Esto es, reclaman que su apuesta tenga el respaldo de dinero público a través de Esquemas de Protección de Activos (EPAs).

¿Qué son?

Los fondos buitre simulan el modus operandi de las aves de las que han tomado el nombre. Con paciencia, una y otra vez, hasta que la compañía está demasiado débil para negociar al alza. El premio se consigue si se compra una ganga, se sanea y se vende después a precios altos. En el mercado ya hay identificados «vulture funds» que operan como tales sin mayores complejos. «Pero hay fondos de inversión reputados que operan como los buitres», dicen fuentes financieras. «Compran deuda a precios de derribo y exigen después precios mucho más altos con intereses», añaden.

En España

El diario especializado Financial Times ha dedicado una cobertura específica a la presión que estos fondos están ejerciendo sobre España. «Se ha convertido en un mercado más activo, más de lo que esperábamos», declaró un ejecutivo de Pricewaterhouse Coopers al diario. «Hemos visto mucha actividad en España, básicamente con préstamos al consumo y algunas hipotecas», ya consideradas de alto riesgo o morosas.

Entre los «vulture funds» más activos en Españase encuentran Fortress Investment, Lone Star Funds, FG Capital Management, Patron Capital Partners o Elliott Management, con quien negocia Novagalicia Banco para que entre en su capital. «Estamos analizando estas oportunidades, pero aún hay una diferencia de valor» entre lo que piden las empresas con apuros y lo que están dispuestos a ofrecer los buitres, como refrendó un directivo de un fondo en unas recientes declaraciones. «Eso está impidiendo que se cierren acuerdos de venta por el momento».

El Financial Times cita como ejemplo a JC Flowers, cuyo máximo responsable, Christopher Flowers, estuvo en Galicia con directivos de NCG el pasado otoño. La división financiera de este fondo estuvo a punto de firmar un «tentador» acuerdo para comprar 450 millones de euros en convertibles de Banca Cívica. Pero, a la espera de un precio aún más barato, se echó atrás.

¿Quién ha ganado con los fondos buiteres?

El fundador de Elliott Management, Paul Singer creó Elliott Associates en 1977. Los medios financieros de Estados Unidos lo llaman «El Oportunista», ya que ha aprovechado como nadie las crisis de deuda soberana de Perú o Argentina.

Steve Feinberg, cofundador de Cerberus Capital Management gestiona más de 15.000 millones de euros. En su historial se incluyen empresas dedicadas a las telecomunicaciones, la banca, el comercio al por menor o los seguros de vida.

John Grayken fundador de Lone Stars Fund. Este fondo de inversión ya ha aparecido en la crisis de deuda europea. Adquirió más del 90% del banco de Industria Aleman (IKB), rescatado por el gobierno germano con 10.000 millones de euros.